Hace diecinueve años llegué a este mundo loco. Cuántas personas estuvieron ese día y siguen hoy a mi lado. Cuántas personas se fueron con el tiempo, pero seguirán siempre vivos en mi recuerdo. Cuántas personas se sumaron con el tiempo para acompañarme en este camino y cuántas pasaron de largo sin pena ni gloria, y otras dejaron marcas que no se borrarán. Sin embargo les agradezco a todas y cada una de ellas por el rol que cumplen o cumplieron en mi vida, y también a todas aquellas que llegarán con el tiempo.
Cuántas cosas que pasaron, momentos que viví.
Me parece todo una larga película, con un poco de todos los géneros, bien variada como para no aburrirme nunca. Una película donde soy la protagonista, guau! Y aunque a veces me vuelva un poco loca, creo que está bueno que a pesar de ser la protagonista del film no me se el guión ni lo que pasará en la escena siguiente. Que tengo la libertad de escribirlo yo, día a día, de soprenderme, disfrutar, sentir y aprender en cada escena que me toca. Tengo la libertad de vivirla a mi manera, de elegir mis caminos, dejarlos, retomarlos, cambiarlos. La libertad de ser yo misma en cada momento, de elegir quien quiero ser, equivocarme y volver a empezar una y mil veces.
De lo único que me gustaría tener certeza, es que el final de está película multigénero sea el típicohappy ending hollywoodense. La casa con el parque grande, la familia crecida, sonrisas de plenitud y un amor a mi lado que me tome la mano, y me mire con la misma magia que me veía cuando no teníamos arrugas. Lo sé, sonará cursi, repetido, pero es lo que quiero. Y ese es uno de mis deseos de hoy, que me toca pedir. (Además de ese regalo, el que más quiero, tan poco cuesta y no sé si me va a llegar.)
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