Las palabras no alcanzan cuando lo que hay que decir desborda del alma.

domingo, 5 de junio de 2011

Hasta el cansancio.

Siempre lo más deseado, es lo más complicado. No se puede ver claro cuando el aire está nublado, ni escuchar con los oídos tapados. Más difícil todavía es que hables con la boca cerrada, y sin verte es imposible interpretar tu mirada. Sin embargo yo insisto, y a las paredes les cuento, todo aquello que pienso, todo aquello que siento. Quizás sea por ingenua, o tal vez por testaruda, pero cuando se lo quiero no tengo dudas, de ir por ello sin mesura. Si en el interior de una áspera roca hay un precioso diamante, si debajo de tierra seca abunda el valioso petróleo, si no hay nada más rico que el fondo del mar. ¿Por qué no creer que detrás de la pared que te escondes está tu corazón?

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