Lo que no mata, fortalece.

Es así y no tengo dudas. Muchas veces sentí que tocaba fondo, de hecho creo que lo toqué, pero bajar tanto después ayuda a subir nuevamente, y con mayor convicción que antes. Más allá de eso hoy me doy cuenta que me pueden tirotear, me pueden cascotear. Pueden ensuciarme, estobarme o hacerme tropezar. Que sigan, creo que a estas alturas ya estoy a prueba de todo. No me voy a caer tan fácilmente, mucho menos cuando tengo donde apoyarme con firmeza, una mano que me sostiene y que pase lo que pase no pienso soltar. En el fondo gracias, una vez más la misma conclusión, hasta lo malo sirve, hoy soy más fuerte que ayer.

m.p.p.