Las palabras no alcanzan cuando lo que hay que decir desborda del alma.
domingo, 4 de octubre de 2009
Estaba sólo cuando al día siguiente el sol de desvelo, me despertó abrazando la ausencia de su cuerpo en mi colchón. Lo malo no es que huyera con mi cartera y con mi ordenador, peor es quese fuera robándomeademásel corazón.
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