Eres inevitable amor, casi como respirar. Llegué a tus playas impuntual, pero no me rendiré. Soy el viento sin destino, un soñador, un clandestino que se juega hasta la vida, mi amor. Se nos cae todo el cielo de tanto esperar. Me duele no gritar tu nombre en toda libertad. Y te sueño piel con piel, ahogado en besos y tus risas amor. Y me hundo en el calor que hay en tus mundos, en tu mar. Llorando en silencio, temblando tu ausencia. Rogándole al cielo y fingiendo estar muy bien. No te engañes más, ya no te mientas. Y verdad ya no tengas miedo, sólo tú mantienes mi respiración.
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