Las palabras no alcanzan cuando lo que hay que decir desborda del alma.

domingo, 10 de enero de 2010

SINO

SI y NO, dos palabras que constan solo de dos letras, que parecen absolutamente insignificantes pero al pronunciarlas, su efecto modifica el curso de nuestras vidas. Cuando decimos SI, abrimos una puerta, una ventana. Cuando decimos NO, las cerramos. De chiquitos nos dicen, NO porque NO, es desde ese entonces que buscamos evadirlo. NO a lo prohibido, se vuelve más tentador y le decimos SI. Pero, cuando hay que elegir, cómo se hace? Es difícil decir NO, cuando por dentro todo nuestro ser quiere decir que SI. Algunos tenemos el SI tan fácil, que parece que el NO, no existiera, quisiera usarlo más seguido. A veces siento imposible hacerlo, en especial cuando se trata de él, mi debilidad. Si en lugar de decir siempre SI pudiera decirle NO, lograría el efecto Arjona? Es siempre la misma pregunta, la misma discusión conmigo misma. Esa elección SI o NO, y pf, de esas sílabas depende mi humor, mi noche, mi día. ¿Será siempre la misma contradicción? Anyway, seguiré diciendo que SI. Y SINO, qué?
M.P.P

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